BUSCAR en este blog

miércoles, 4 de febrero de 2009

Los periodistas NO son los abanderados de la libertad de expresión

Una de las paradojas de la democracia, es que el periodismo cree que son ellos mismos los abanderados o representantes de la libertad de expresión. Ellos pueden tomar posturas de oposición o de acompañamiento al gobierno de turno, pero de las dos formas están afectando esa libertad de expresión que promueve la democracia. Porque sin son periodismo de oposición, estarán continuamente instalando la sensación de pesimismo, del “todo esta mal”, del apocalipsis y del fracaso. Y el periodismo ultraoficialista, lo que hará es a como de lugar, tratar de mostrarnos los números y hechos que les conviene al gobierno.
Estos periodistas tendenciosos, en el que con el fin de informar, pero a favor o desfavor de un gobierno, lo que se hacen en realidad es desinformar al publico, porque una información falsa, que puede ser por excesivo pesimismo o excesivo optimismo, lo que provocan es en definitiva una desinformación del oyente o lector.
Pero para explayarme sobre el caso mas actual, voy a referirme al reciente despido del periodista Nelson Castro, un periodista de alta escuela, pero con una tendencia antioficialista que toca el limite de lo bizarro, ya que no se aleja mucho de lo que es un político opositor actual, que vive de la denuncia, la critica destructiva y el no reconocimiento de los logros de un gobierno que ha logrado hechos históricos para la Argentina. Y esto nos remite al primer párrafo de mi discurso, la excesiva información antioficialista, lejos de informar, desinforma.
El caso es que el periodista Nelson Castro, fiel lacayo del monopólico Grupo Clarín, que adiestra a sus periodistas, antes de opinar sobre un tema en particular, y con una clara postura cercana a Elisa Carrió, opositora sin causa coherente del kirchnerismo, conducía un programa de radio llamado “Puntos de vista” en la popular Radio del Plata, en tiempos que Marcelo Tinelli, el padre de lo popular, era dueño de dicha emisora.
Recientemente Radio del Plata fue comprada por la empresa, a la que el periodista Castro nunca se olvida de adjetivar “kichnerista” antes de nombrarla, llamada “Electroingenieria”.
El señor Castro recientemente declaro ante un programa de televisión que la empresa Electroingenieria no tenia ningún problema en que el periodista, de conocida actitud opositora al gobierno, o llamémoslo periodismo opositor, siguiera con su programa diario en la radio. El caso es que el conductor radial, hábil para encontrar el pelo al huevo a lo que le conviene, se sometió tal como si fuera una especie de líder opositor, a hacerle el trabajo fino a los integrantes de la nueva “SIDE privada” llamada “Coalición Cívica” que se dedica a la denuncia fabulesca de “valijeros”, “bandas de ladrones” y demás títulos mediáticos nunca comprobables, a investigar la misma empresa (Electroingenieria) que lo había contratado.
Pero lo grave no es la actitud baja del señor Castro, porque si fuera su gran moral y ética la que lo movería a investigar hechos delictivos y supuestas mafias, también haría frente a las muchas denuncias que se le imputan a los dirigentes del Grupo Clarín, que muchos dicen haber creado la antesala del derrocamiento de De Larrua, debido a la gran cantidad de medios que manejan (dueños del 40% de los medios de la Argentina). Y cuando un solo grupo mediático maneja la mayoría de los medios de comunicación, no hay mucho para a elegir, por mas que el 60% restante sean de distintas empresas, el dueño de un 40% es lo suficientemente poderoso económicamente para contratar periodistas de renombre, claro que siempre adiestrados a las conveniencias del grupo económico, crear periódicos y revistas comerciales de gran tirada, crear canales de noticias con la ultima tecnología, y así DESINFORMAR a su gusto a la sociedad desde todos los flancos, auditivo y visual.
Dicho esto, voy a retomar los primeros renglones del primer párrafo para referirme al periodismo y el sobrevalorado rol que se toman con respecto a la libertad de expresión y la democracia.
Los periodistas se sienten instrumentos fundamentales de la democracia, cuando en realidad, los verdaderos instrumentos fundamentales son el conjunto de los argentinos.
A la libertad de expresión no solo la puede ejercer un señor que fue doctorado en Ciencias de la comunicación, la libertad de expresión esta expresamente escrito en la constitución que la puede ejercer cualquier persona. Por esta razón, quiero desmitificar toda instalación de una especie de sacrosanto privilegio a la libertad de expresión periodística, en la que los periodistas son intocables.
Y a esto lo fundo en las infinidad de notas que he leído y visto en distintos diarios y programas de televisión, que tratan al despido de Nelson Castro de su programa de radio, como un “daño a la democracia” o un “hecho aberrante”, cuando en realidad, es un hecho lógico lo que ha determinado la empresa con el despido de este señor. Cualquier persona que tiene ética, no jugaría a dos puntas, y Nelson Castro, enterado de que el caso de Electroingenieria podría afectar a gente ligada al kirchnerismo, decidió dar visto bueno, a las siempre estériles denuncias de la Coalición Cívica, e iniciar los interrogatorios y las repreguntas, que “casualmente” siempre les hace a dirigentes del oficialismo, pero jamás a la oposición.
El caso es que, como era de esperar, ahora se esta haciendo una novela mediática de “daño a la libertad de expresión”, invitando al periodista Castro a programa político habido y por haber para que explique su situación, y todos les expresan sus mas sentidas condolencias, cuando en realidad, Castro escribe columnas en el diario La Nación y Pagina 12, y además tiene un programa periodístico en TN, propiedad del monopólico Grupo Clarín, con lo que queda claro que jamás el hecho puede calificarse como una censura al periodista, sino como un simple despido, por causas obvias y completamente entendibles de la empresa, ya que ninguno de nosotros tendría que porque soportar una persona que trabajando para nosotros, se convierta en un lame botas de la oposición jugando en contra nuestro. Es el caso del Vicepresidente Cobos, que la juega a dos puntas, de opositor y oficialismo a la misma vez, un hecho institucional poco común, que en realidad a los que perjudica es a la sociedad, por lo que creo que si no esta conforme con el gobierno del que es parte, debería renunciar, pero esa es otra historia.
El punto en el que mas hago hincapié, es en la desmitificación del periodismo sacrosanto, de que no debemos permitir que el poder que ejercen los medios sea mas fuerte que un gobierno, de que no podemos permitir que un canal de televisión tenga a todos sus periodistas adiestrados para opinar e inculcar a la sociedad lo mismo, no podemos permitir que se diga que porque una empresa dueña de multimedios, un día decide que un periodista no estará mas en su radio, se esta atentando contra la libertad de expresión, no debemos permitir que nos metan en nuestras cabezas que los periodistas son los representantes de la libertad de expresión, no debemos permitir que los medios se llenen de ultraoficialistas o ultraopositores, porque la información que nos proveen estos señores, lejos de informarnos nos desinforman.
Por eso propongo, que para evitar la manipulación de estos, nos informemos a nuestro gusto, identifiquemos los periodistas que nos quieren desinformar, tomemos opinión personal, escuchemos a los periodistas desde la postura “no creo nada hasta que lo compruebe”, porque es la única forma de que no seamos engañados, quizás por error de los periodistas, o por absoluta intencionalidad.

0 comentarios:

Seguidores de pensamientosuperador.blogspot.com

Datos personales