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miércoles, 7 de octubre de 2009

Kirchner. Entrevista con LA NACION, Viernes 10 de enero de 2003

La verdadera campaña presidencial acaba de empezar para Néstor Kirchner. Desde el martes último, cuando Eduardo Duhalde le confirmó que le dará todo su apoyo, vive a un ritmo frenético, en una carrera contra el tiempo para conformar un frente electoral que “destruya el fantasma de Carlos Menem”, según su definición.

“El Presidente tomó una decisión madura y eligió a un candidato que muchas veces le dijo que no”, afirmó a LA NACION en la comodidad de su despacho, en la Casa de Santa Cruz.

La referencia a los meses del año pasado en que se distanció de su viejo aliado Duhalde y la enemistad de siempre con Menem confluyen en un tema que considera central para el futuro.

“No tenga dudas de que avalaría otra vez el juicio político a la mayoría de los jueces de la Corte Suprema de Justicia. Yo fui claro en su momento sobre la necesidad de oxigenar la institución”, enfatiza, en relación con el frustrado proceso parlamentario que él motorizó el año pasado y que el Gobierno se encargó de cerrar.

Se refiere en especial a los jueces vinculados con Menem, contra quienes cargó con más fuerza la comisión de diputados que manejó el santacruceño Sergio Acevedo.

En cambio, defiende la reciente resolución del Gobierno de investir al ex senador Juan Carlos Maqueda en el máximo tribunal. “Es un jurista reconocido. Venir de la política no lo descalifica”, explicó.

-¿Por qué cree que Duhalde se decide a darle ahora el apoyo?

-Es un acto generoso del doctor Duhalde, pero también importante porque él está dando el apoyo a un candidato que muchas veces le dijo que no. Es una decisión madura, que muestra la idea de buscar la forma de construir el mejor país posible.

-¿Cree que Duhalde maduró en el poder? Porque usted fue el año pasado uno de los más duros opositores desde el peronismo, sobre todo en el Congreso.

-Se muestra maduro. Si yo lo apoyé para ser presidente en el 99, evidentemente consideré que ya estaba maduro. Lo que digo es que tuve diferencias con él. No se olvide de que me ofreció la Jefatura de Gabinete cuando asumió, pero yo consideraba en ese momento que había que elegir a un presidente votado por la gente.

-¿Qué cambió para que ahora vuelvan a estar del mismo lado?

-Hubo muchos puntos en los que siempre estuvimos juntos: la defensa de la institucionalidad, de la gobernabilidad, en evitar la anarquía. En otros puntos tuvimos diferencias y las expresé con toda claridad. En una democracia no necesariamente gente que está construyendo un espacio tiene que coincidir en todo.

-¿El enemigo común los unió?

-Es cierto que Menem es el pasado. Así como España tuvo que clausurar la etapa de Franco para empezar su despegue, la Argentina tiene que terminar con Menem.

-Bueno, Franco tuvo que morirse para que llegara el cambio...

-Fue un proceso que se terminó. Yo no le deseo la muerte a nadie.

-¿Le puede ganar a Menem?

-Menem no va a ganar. ¿Cómo va a ganar alguien que no puede caminar por las calles de la Argentina, que tiene que andar con guardaespaldas? Estaríamos todos locos.

-¿No le preocupa la resistencia de parte del PJ bonaerense a darle un apoyo formal?

-Yo nunca construí política de estructuras. Hay que encarar un fuerte proceso de renovación institucional; construir un espacio en el que colaboren peronistas e independientes. Fíjense la bochornosa elección interna radical... No me gusta esquematizar a nadie, hay que terminar con la soberbia y creer que cada uno tiene la verdad absoluta.

-¿No cree que esas estructuras definen una elección y que un candidato necesita de ellas?

-La política de las estructuras ya no existe. La gente es la que vota.

-Dirigentes bonaerenses fueron a Olivos anteayer y le pidieron a Duhalde que compita él...

-No me consta. Yo estoy preocupado por la construcción de la renovación, de las nuevas ideas para fomentar el trabajo y la producción. Me preocupa el hambre en Tucumán, no este tipo de cuestiones.

-Usted habla de renovación y Duhalde tiene cerca a figuras como Luis Barrionuevo o el gobernador tucumano Julio Miranda. ¿Cómo se relaciona con ellos?

-Yo, mire... la gente necesita un administrador, alguien que construya un proyecto plural. Mi política no es la de actuar, digamos, de cuestionar la construcción interna que esté pensando el doctor Duhalde.

-Pero, ¿aceptaría compartir un palco con Barrionuevo, Miranda o Carlos Juárez?

-No pienso en términos de palcos o de construcciones de estructuras. Les pido que pensemos en políticas para sacar el país adelante. A mí Duhalde jamás me dice que me saque una foto con nadie. La renovación significa pluralidad, es decir, a veces hay que aceptar ideas que a uno no le gustan.

-¿Tienen equipos que ya estén trabajando en esas políticas?

-Sí, hace mucho, desde antes de este acuerdo. Gustavo Beliz y Rafael Bielsa trabajaron muy duro. Ahora se ampliarán los técnicos. En el área de salud consultaremos al ministro Ginés González, en el área social hablaremos con la señora de Duhalde.

-¿Roberto Lavagna va a participar de los equipos técnicos?

-Lavagna es un excelente ministro. Es obvio que tiene que participar en un proceso para sacar el país adelante.

-¿Qué economistas trabajan con usted?

-Consulto a muchos. De centroizquierda y de centroderecha. No hay que ser dogmáticos. Escucho a todos.

-¿A Carlos Avila, por ejemplo?

-Lo escucharía sólo para saber lo que no hay que hacer. Necesitamos un nuevo liderazgo, de gestión, que se vuelva a creer. Va a ganar quien la gente piense que puede creerle.

-Sería como votar por descarte.

-No, bueno, es un proceso que tenemos que pasar. Después de lo que pasó, es obvio que la sociedad va a estar escéptica y va a poner en duda a todos. Los argentinos tenemos que volver a tener un país racional y olvidarnos de las recetas mágicas.

-Muchos asocian a Rodríguez Saá con un discurso mágico.

-No me gusta hablar de los demás.

-¿No teme que Duhalde haga con usted lo mismo que con De la Sota y lo abandone?

-Estoy en campaña desde antes de esta negociación. Creo en la palabra del Presidente. Si él hubiera querido ser candidato podría serlo. Los argentinos nos acostumbramos a que se diga una cosa y se haga otra...

-Duhalde muchas veces prometió cosas que no cumplió sobre el tema electoral.

-Seguramente fue viviendo un proceso complejo. No es fácil darle seriedad a una realidad como la que estamos viviendo.

-¿La elección sería con todos los peronistas en abril?

-No soy experto en internas. Me hubiera gustado que pudiera votar todo el padrón nacional y con voto obligatorio. Me parece, así como está planteado, que una elección interna sería un proceso arcaico.

-¿No teme que el PJ se fracture?

-No, el candidato peronista debe consolidar un proyecto de país y promueva una alianza con las demás fuerzas políticas.

-¿Podría aliarse con Carrió?

-Alguna vez coincidimos en objetivos, como la idea de renovar los cargos partidarios o el juicio político a los jueces de la Corte Suprema.

-¿Volvería a impulsar el juicio?

-No estoy de acuerdo en cómo se resolvió el juicio político. La Corte debe estar sometida a reglas de las instituciones. No tenga dudas de que avalaría otra vez el proceso. Nadie tiene que tener impunidad, si no, ¿en qué país vivimos?

-¿Qué opina de la designación de Maqueda en el tribunal?

-No se violó una sola norma. Es un hombre preparado y viendo la calidad de otros creo que fue una decisión válida. Venir de la política no lo descalifica para nada, cuando muchos jueces que llegaron desde la nada cayeron en actos de corrupción.

-¿Usted le gana a Menem?

-A Menem le gana la gente.

-Si ganara, ¿se sentaría a dialogar con Menem?

-Yo no soy experto en fantasmas.

Por Alejandro Di Lázzaro y Martín Rodríguez Yebra
De la Redacción de LA NACION

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